
El ex primer ministro de Francia, Michel Rocard, reconoce que aunque Brasil “no [sea] un buen alumno de la clase en lo que se refiere al medio ambiente,” jugará un papel determinante para salvar la Tierra en Rio+20, en 2012. Lea la entrevista que le dio a CartaCapital el 1° de septiembre de 2011...
Foto: Michel Rocard, © philippe grangeaud / solfé communications, Parti socialiste
Rio+20 es un momento clave, una vez más, en el esfuerzo para resolver los problemas climáticos del planeta. A este evento en 2012 participará Michel Rocard, el ex primer ministro más popular de la Francia moderna. En una visita a Brasil de unos días, el embajador de Francia de los Polos y el calentamiento climático, se encontró con cinco ministros en Brasilia. ¿Su propósito? “le pedimos al gobierno brasileño si, en el discurso de la Conferencia, podemos proponer una Carta de Responsabilidades Universales en el agenda brasileño e internacional,” contestó Rocard en una entrevista exclusiva a CartaCapital. “Si Brasil no se arriesga, podemos estar seguros que la Conferencia Rio+20 fallará,” agregó. Carismático, Rocard dijo más de una vez “que no [le gustaban] algunas de las preguntas que le [estábamos] planteando,” mas contestó con mucho gusto. De hecho, trató de otros asuntos que el del clima; habló del ex presidente Lula, la Democracia Social y de su relación ahora legendaria con François Mitterrand.
CartaCapital: ¿Cree Usted que Brasil sea un ejemplo para el mundo cuando se habla del calentamiento climático -o es éste un país estratégico para lanzar una campaña de ética mundial sobre las relaciones entre la sociedad y la naturaleza?
Michel Rocard: Es un país completamente estratégico en la escena mundial. Necesita ajustar cuentas con los poderes mayores que están bloqueando las decisiones, tanto sobre la problemática del clima como en la bola financiera. Brasil no depende de nadie. Es un país poderoso. Es un país orgulloso de su cultura, se siente combativo. Pero Brasil, tengámoslo claro, no es un buen alumno en lo que se refiere al medio ambiente.
CC: ¿En qué sentido no es un buen alumno?
MR: Mire, estoy muy acostumbrado a las relaciones internacionales. No acostumbro criticar a naciones amigas. Así que no me gusta su pregunta. Pero bien, es verdad que sigue la deforestación.
CC: Está en Brasil para hablar de Rio+20, pero la idea principal es ir más allá y hablar también de la Declaración de los Derechos Humanos, que tiene ahora más de sesenta años… Está Usted proponiendo una Carta de Responsabilidades Universales.
MR: Así no lo diría yo. Soy un viejo político, y también estoy muy conectado con el trabajo de la sociedad civil y de las ONG. Hay, sobre la ética política, un trabajo de reconocimiento de la interdependencia entre las naciones. Es un trabajo sobre la afirmación de la responsabilidad colectiva de las naciones frente al estado del mundo. Un trabajo enorme que se ha estado acumulando durante quince años. En eso estoy. Escribo aquí, y allá soy partidario. No vine a Brasil para colocar todos mis sueños. En Brasil, en la ocasión de la Conferencia de Rio+20, le pedimos al gobierno brasileño si, en el discurso de la Conferencia, podemos proponer una Carta de Responsabilidades Universales en el agenda brasileño e internacional. No estamos imponiendo nada. No tenemos el medio, ni tampoco la indiscreción. Hacemos la oferta de apoyar a varias redes mundiales de militantes, al nivel de la escritura intelectual de tal declaración. Es una responsabilidad de Brasil. Es difícil y conlleva razones para hacerse enemigos.
CC: ¿Porqué Brasil?
MR: Es grande. No es nuclear. Para llevar un movimiento mundial no conviene un poder nuclear. Hay demasiada sospecha alrededor de ello. Porque no ha sido un poder colonial. Porque es joven, porque cree en su futuro, y también porque este país emergente desea librarse de aquel mundo colonizador que ha pesado sobre él. Y, a pesar de haber sido un país colonizado, Brasil tiene buena comunicación con los países de lo que llamamos el “Primero Mundo”. Brasil, en este contexto, se posiciona mejor para todo esto que China. Y Rio+20 ¿qué es? El mundo tiene, en Brasil, una cita para evaluar lo que se ha hecho en veinte años para proteger nuestro medio ambiente, y el balance es malo. No sólo en Brasil, pero en todo el mundo.
CC: Y Brasil anda mal en este contexto, ¿no?
MR: Respeto mucho al gobierno brasileño. Los líderes mundiales toman decisiones. Pero hasta ahora, todas las conferencias de este tipo no han conseguido ningún resultado. Se firman documentos, luego hay citas, los documentos se aprueban y nada cambia; luego la gente dice que ¡qué lástima! Esta aventura es sumamente pesada y difícil. Eso lo tenemos que cambiar. Respetamos, mucho, y lo repito, el gobierno brasileño. Simplemente, nos parece que está frente a una oportunidad. Puede no aprovecharla. Puede, lo repito, hacerse enemigos, incluso enemigos entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero si Brasil no se arriesga, podemos estar seguros que la Conferencia Rio+20 fallará.

CC : ¿Cómo, como político, socialista, ex primer ministro, ve Usted a los gobiernos de Lula?
MR: Una vez más, no me gusta mucho esta pregunta. No vengo a un país para hablar mal del balance de sus gobiernos. De hecho, no hay nada para hablar mal. El balance de Lula es después de todo fuerte en la lucha contra la pobreza y por haber construido la dignidad internacional de Brasil. El mundo escucha a Brasil.
Nota de la redacción: el resto de esta entrevista no se ha traducido. Pulse aquí para leer la entrevista completa en francés.